El consumo es la acción de consumir o gastar ya sean productos, bienes o servicios (por ejemplo energía) para satisfacer nuestras necesidades. En términos económicos el consumo es la etapa final del proceso productivo.
¿POR QUÉ ES NECESARIO CAMBIAR NUESTRA FORMA DE CONSUMIR?
Todas consumimos. Consumimos leche, pan, huevos, ajos. Consumimos ropa, agua y luz. Y seguiremos consumiendo, siendo un acto necesario. Pero muchas veces podemos no ser conscientes de que este consumo es impuesto. La publicidad omnipresente, las grandes superficies que vinculan el ocio a la compra, el modelo de sociedad de “usar, tirar y comprar de nuevo”. Se consume en gran medida por imitación, por no estar excluido de la sociedad, En muchos casos se ha visto que se recurre al consumismo en momentos de depresión, convirtiéndonos en unos adictos a la tarjeta y al crédito, asociando el acto de consumir con el sentimiento de felicidad.
El acto de consumir implica colaborar en los procesos económicos, medioambientales y sociales que posibilitan el bien o producto consumido siendo necesario para el sustento personal, pero también lo es para el mantenimiento de la actual “sociedad de consumo” y de hecho, ahora que no nos gobierna la clase política, sino que lo hacen los mercados, el consumo es un elemento importantísimo de presión, es nuestro “voto diario”, siendo así, una herramienta esencial en el cambio social.
¿POR QUÉ CONSUMIDORES ANÓNIMOS?
Porqué el consumismo sin consciencia ni control es, al fin y al cabo, un lastre. Compartir experiencias, valorar alternativas y escuchar a los demás puede ayudarnos a tomar medidas, a sentirnos comprendidos y no excluidos, para empezar a cambiar nuestros hábitos más fácilmente, haciendo del consumo un acto consciente y responsable que redunde en beneficio de todos.
EL CONSUMO PUEDE SER…
Crítico: Es necesario cambiar nuestra forma de consumir. Ser más conscientes de cómo, qué, cuándo y por qué consumimos. Ser consecuentes con lo que necesitamos. La posesión de nuevos bienes materiales no nos hará más felices. Si conseguimos reducir el consumo innecesario, podremos dedicar una mayor parte de nuestro presupuesto a comer de forma sana, a disfrutar nuestro ocio de una manera más constructiva, a reducir nuestro tiempo de trabajo, a invertir en solidaridad. En definitiva, nos sentiremos más libres al quitamos falsas necesidades de encima. Ético: Conocer si durante la producción, distribución y venta se han seguido unos criterios justos, sin explotación y con una repartición equitativa de las ganancias. Responsable: Muchos de los productos no básicos que consumimos utilizan materiales o energía no renovables, limitadas en el tiempo, provocando que generaciones futuras no puedan utilizarlas para bienes más esenciales. Consumir local, consumir cercano, consumir no contaminante, consumir ecológico, consumir menos envases… Colaborativo: Cambio de un escenario de consumismo hacia nuevos modelos de intercambio, uso compartido, trueque o alquiler.
Sabemos que dada la situación actual, hay personas que no pueden elegir qué, cómo o dónde consumir, por ello, queremos dejar claro que este acto no es una crítica a nadie, sino sólo un foro donde aportar experiencias para compartir y aprender que otras formas de consumo son posibles y en definitiva, ayudarnos a mejorar o simplemente, sentirnos comprendidos.
¿QUÉ ES EL CONSUMO?
ResponderEliminarEl consumo es la acción de consumir o gastar ya sean productos, bienes o servicios (por ejemplo energía) para satisfacer nuestras necesidades. En términos económicos el consumo es la etapa final del proceso productivo.
¿POR QUÉ ES NECESARIO CAMBIAR NUESTRA FORMA DE CONSUMIR?
Todas consumimos. Consumimos leche, pan, huevos, ajos. Consumimos ropa, agua y luz. Y seguiremos consumiendo, siendo un acto necesario. Pero muchas veces podemos no ser conscientes de que este consumo es impuesto. La publicidad omnipresente, las grandes superficies que vinculan el ocio a la compra, el modelo de sociedad de “usar, tirar y comprar de nuevo”. Se consume en gran medida por imitación, por no estar excluido de la sociedad, En muchos casos se ha visto que se recurre al consumismo en momentos de depresión, convirtiéndonos en unos adictos a la tarjeta y al crédito, asociando el acto de consumir con el sentimiento de felicidad.
El acto de consumir implica colaborar en los procesos económicos, medioambientales y sociales que posibilitan el bien o producto consumido siendo necesario para el sustento personal, pero también lo es para el mantenimiento de la actual “sociedad de consumo” y de hecho, ahora que no nos gobierna la clase política, sino que lo hacen los mercados, el consumo es un elemento importantísimo de presión, es nuestro “voto diario”, siendo así, una herramienta esencial en el cambio social.
¿POR QUÉ CONSUMIDORES ANÓNIMOS?
Porqué el consumismo sin consciencia ni control es, al fin y al cabo, un lastre. Compartir experiencias, valorar alternativas y escuchar a los demás puede ayudarnos a tomar medidas, a sentirnos comprendidos y no excluidos, para empezar a cambiar nuestros hábitos más fácilmente, haciendo del consumo un acto consciente y responsable que redunde en beneficio de todos.
EL CONSUMO PUEDE SER…
Crítico: Es necesario cambiar nuestra forma de consumir. Ser más conscientes de cómo, qué, cuándo y por qué consumimos. Ser consecuentes con lo que necesitamos. La posesión de nuevos bienes materiales no nos hará más felices. Si conseguimos reducir el consumo innecesario, podremos dedicar una mayor parte de nuestro presupuesto a comer de forma sana, a disfrutar nuestro ocio de una manera más constructiva, a reducir nuestro tiempo de trabajo, a invertir en solidaridad. En definitiva, nos sentiremos más libres al quitamos falsas necesidades de encima.
Ético: Conocer si durante la producción, distribución y venta se han seguido unos criterios justos, sin explotación y con una repartición equitativa de las ganancias.
Responsable: Muchos de los productos no básicos que consumimos utilizan materiales o energía no renovables, limitadas en el tiempo, provocando que generaciones futuras no puedan utilizarlas para bienes más esenciales. Consumir local, consumir cercano, consumir no contaminante, consumir ecológico, consumir menos envases…
Colaborativo: Cambio de un escenario de consumismo hacia nuevos modelos de intercambio, uso compartido, trueque o alquiler.
Sabemos que dada la situación actual, hay personas que no pueden elegir qué, cómo o dónde consumir, por ello, queremos dejar claro que este acto no es una crítica a nadie, sino sólo un foro donde aportar experiencias para compartir y aprender que otras formas de consumo son posibles y en definitiva, ayudarnos a mejorar o simplemente, sentirnos comprendidos.
“NO SOMOS LO QUE CONSUMIMOS”