Según se define en su espacio en internet, Ludomir Arsov es un artista independiente relatador de historias,
diseñador de personajes y de producción para cine, televisión y soportes
multimedia, con sede en Toronto, Canadá.
Un intrépido explorador del insconsciente e intérprete de sueños. Que ama, juega y crea -según parece- y te interpela para que tú también lo hagas.
En su corto In Shadow, Arsov
muestra los excesos de una sociedad que ha conseguido alcanzar un grado de
bienestar nunca jamás antes conocido por el ser humano pero habiendo de pagar
por ello un incalculable precio ético, ambiental y social, sino de poner en
peligro el futuro del ser humano como especie y el de la vida en el planeta tal
y como la conocemos en la actualidad.
El
psiquiatra suizo Carl Gustav Jung afirmó que “ningún árbol puede crecer al
cielo sin que sus raíces lleguen al infierno”.
Después de ver In Shadow, uno
alberga una más que razonable duda de que el árbol capitalista haya crecido al
cielo y la certeza, absoluta, de que sus raíces han horadado profusamente en el
infierno.